Orígenes
La relevancia de las tecnologías y de internet para relacionarse, trabajar, aprender, en definitiva, para seguir viviendo a pesar del confinamiento es indiscutible. Sin embargo, este tema no tiene centralidad cuando sondeamos temas, problemas y experiencias para la selección de proyectos de ExperimentaLAV.
A medida que van pasando las semanas, las brechas digitales en sus diferentes formatos se hacen palpables en los barrios de Villaverde. La falta de acceso a dispositivos y conectividad se suma a la falta de conocimientos para un manejo soberano de las tecnologías.
Explorando
Algunas personas y entidades de Villaverde y de otros barrios del sur, empiezan a reunirse para realizar un diagnóstico y un plan de acción para hacer frente a las dificultades que se están haciendo patentes en este ámbito.
Participan en este grupo, además de algunas personas de manera individual, la Plataforma de la Nave Boetticher, el Servicio de Convivencia de la Rueca, la mesa de ciencia y tecnología de los foros locales, la Fundación Iniciativa Sur, EVA, espacio vecinal Arganzuela y HackMadrid entre otras.
Una de las iniciativas que surge de este grupo es realizar un diagnóstico que se lleva a cabo en Villaverde, Usera, Arganzuela y Móstoles. Puedes acceder al formulario en este enlace y para ponerte en contacto con el grupo, escribe a: technosur20@gmail.com
Por otro lado, para Cinesia, el centro de innovación vecinal que nos acoge, este es un problema importante y ya hay algunas propuestas.
Preguntas
Desde marzo, se han hecho mucho más patentes las brechas digitales en sus diferentes niveles. Desde la dificultad para acceder a dispositivos y/o a conexión a internet, hasta la falta de conocimientos en diferentes niveles. Saber manejarse en la vorágine de aplicaciones y herramientas, comprender y usarlas de manera responsable y soberana y tener la capacidad de crear aquello que necesitamos, nos gusta o divierte.
Ante estos distintos niveles surgen muchas preguntas;
¿Romperemos la brecha cuando lleguemos a un dispositivo por persona? Quizá hemos llegado a esa cifra, ¿cómo distribuir mejor los recursos disponibles? ¿Cómo alargar la vida de los dispositivos y dejar de generar tanta basura electrónica?
¿La escuela y las empresas pueden ampliar los plazos de entrega y los horarios de conexión para que el uso de las personas que conviven no se solape en la misma franja y días?
¿Realmente necesitamos estar cada segundo conectadas? ¿Para qué usos y momentos sí es necesario? ¿Podemos generar infraestructura que nos de acceso a datos de manera comunitaria? ¿Podría una comunidad de vecinas y vecinos compartir internet en vez de tener contratos individuales por domicilio? ¿Qué se necesita para crear puntos de acceso libre a internet en nuestros barrios? ¿Dónde hay ya conexiones que podrían liberarse de manera permanente o cuando sea necesario? ¿Cómo generamos una cultura comprometida con el uso de datos distribuido y responsable?
Si hemos visto que a través de internet se accede a información, recursos básicos y a los vínculos, ¿qué protocolos hay que poner en marcha para asegurar un acceso seguro a espacios con ordenadores e internet igual que se ofrece el acceso a la comida?
¿Qué soluciones colectivas y comunitarias se han puesto en marcha en estos meses?
Acciones
Este proyecto como línea de trabajo de ExperimentaLAV se inició más tarde que el resto y todavía está en construcción.
En el mes de septiembre arrancamos con tres acciones.
Un encuentro para intercambiar experiencias de iniciativas que de manera colectiva hayan respondido a estas preguntas. El lunes 21 de septiembre de 18 a 19:30h nos encontramos en un zoom.
Una sesión de trabajo para poner en marcha un aula de acceso abierto a internet en Cinesia, con 12 ordenadores donados al centro vecinal.
Habilitación de una antena que de acceso abierto a internet desde Cinesia.
Si quieres sumarte este grupo de trabajo puedes escribir un mail a hola@laboratoriosciudadanos.net