Chavalada y confinamiento

Orígenes

El problema que nos pone en marcha

El proyecto surge de las conversaciones que tenemos con diferentes profesionales que trabajan con adolescentes y jóvenes en el distrito de Villaverde.

El trabajo en este tipo de programas de educación no formal o informal se basa en los vínculos y las relaciones que se generan en cada grupo y entre todas las personas que los conforman. En estos espacios de aprendizaje se encuentran personas muy diversas: chicos y chicas de diferentes edades, educadores y educadoras, familias, profesorado, trabajadoras sociales, etc. Estos espacios por tanto no solo implican a jóvenes, son espacios comunitarios.

Los vínculos y relaciones se crean y fortalecen en el hacer diario, cotidiano: te conozco, me conoces, nos implicamos, hacemos, creamos un espacio de confianza, nos reconocemos, compartimos un lugar de aprendizaje mutuo, tenemos conflictos, crecemos, … y desde ahí construimos un espacio comunitario de afectos.

Y un día, este lugar conocido, nuestro día a día, no puede ser habitado por la emergencia sanitaria que nos obliga a quedarnos en casa.

Todo el día, todo el tiempo, todas las personas, siempre en casa. Solo podemos estar en casa pero hemos perdido una parte de lo que nos hace «sentirnos en casa».

Explorando

Gentes enredadas; con quién hemos hablado, por qué y qué nos han contado

Hemos hablado con educadores que están en diferentes espacios comunitarios del Distrito de Villaverde y alguno de fuera: Plan Integral de Convivencia (PIC), la Fundación Tomillo, el programa Qdate, la asociación La Kalle y OMC Radio. El grupo de profesionales que cada día trabaja en estos proyectos y organizaciones se convierte en referente de esta chavalada, conocen sus contextos, dificultades y potencialidades. Nos cuentan de la invisibilidad de la población joven y sus necesidades en las medidas que toman las diferentes administraciones, de la dificultad de conexión y la existencia de mil brechas, de las limitaciones del trabajo en línea con aquellas personas con las que si es posible conectarse. También nos hablan de todas las pruebas y errores que llevan a cabo para intentar mantener los vínculos y conocer cómo está la chavalada y qué necesita.

Preguntas

¿Cómo cuidamos los vínculos comunitarios sin vernos presencialmente? ¿Qué está siendo útil? ¿Qué límites tiene la tecnología? ¿Cómo afrontamos las situaciones de desigualdad de acceso a internet? ¿Cómo podemos implicar de manera activa a la chavalada en la creación de nuevas formas de afrontar estos retos?

Acciones

La propuesta es tener diferentes encuentros virtuales (2 o 3) con personas que habitan este espacio comunitario donde convergen adolescentes, jóvenes, personas voluntarias y/o trabajadoras de las organizaciones con las que hemos hablado, asociaciones barriales, ciudadanía interesada, etc. para generar un espacio heterogéneo en el que abordar:

  • Cómo nos hemos sentido y cuál ha sido nuestra reacción ante esta situación.
  • Qué hemos hecho, cómo lo hemos llevado a cabo, qué ha funcionado, qué no. Qué ha sido lo más retador. Cómo podemos afrontarlo.
  • Afrontar el reto, qué podemos hacer, vamos hacer un prototipo: construir una respuesta de forma conjunta a este reto y ponerla en práctica: puede ser un concurso de abrazos, un video de historias, un juego de postales, etc (algo que podamos pensar, hacer y probar)
  • Desde la experimentación ver que ha funcionado, qué no, qué hemos aprendido en este proceso.

El equipo de ExperimentaLAV documentará el proceso y sus hallazgos y estará accesible para que pueda ser utilizado, redefinido, pensado, repensado por cualquier persona que tenga interés en este tipo de procesos. Estará publicado en internet para ser descargado.

El primer encuentro online, fue el 26 de mayo a las 16:30 a 18:00h. Puedes leer las conclusiones en este enlace

El segundo encuentro online el 9 de junio a las 16h.

El tercer y último encuentro el 23 de junio , esta vez por la mañana